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DEFINICIÓN
La adenomiosis es definida como la existencia de áreas de glándulas y estroma endometriales en el espesor del miometrio, junto con la hiperplasia de las fibras musculares lisas de este último.
EPIDEMIOLOGIA
La incidencia estimada de adenomiosis varía ampliamente en las distintas instituciones, dado que el diagnóstico es esencialmente histopatológico, la frecuencia informada de este trastorno oscila ampliamente (8-47%) en el muestreo sistemático de los úteros extirpados; no solamente depende de los criterios diagnósticos, sino también de la minuciosidad con la cual se estudia el útero extirpado. Un criterio diagnóstico estricto: la adenomiosis debe extenderse en el seno del miometrio una distancia de por lo menos dos campos de bajo aumento (8mm) desde la capa basal.
ETIOLOGIA
Se desconoce la causa de la adenomiosis. Las hipótesis que se han planteado para explicar la génesis de la adenomiosis son numerosas. La teoría más aceptada postula que el tejido endometrial en el miometrio proviene de los conductos de Müller y que representa una proyección directa desde el endometrio de la cavidad del útero. Originalmente se describió que el endometrio (glándulas y estroma), invadía directamente el miometrio durante la involución del útero después de repetidos embarazos. Después se demostró mediante cortes seriados una comunicación directa entre la porción basal del endometrio y los islotes endometriales en el seno de áreas de adenomiosis.
En algunos casos, las extensiones de endometrio pueden ser rastreadas a través del espesor completo del miometrio hasta la superficie serosa del útero. Estos islotes intramurales por lo general presentan el aspecto histológico de la capa basal endometrial y usualmente responden a la estimulación estrogénica con un patrón proliferativo o, en ocasiones con una hiperplasia quística. El efecto de la progesterona sobre el endometrio ectópico es menos previsible. Los cambios secretorios a nivel de las glándulas son menos frecuentes, mientras que en el embarazo puede anticiparse una reacción decidual del estroma. El tejido endometrial ectópico, al igual que el del endometrio uterino, puede ser sensible a las hormonas. En ausencia de estimulación hormonal, el endometrio ectópico experimentará una atrofia durante la menopausia. Si bien el endometrio ectópico puede ser estrógeno dependiente y experimenta una hiperplasia quística, la adenomiosis raramente se asocia con una hiperplasia atípica y su transformación maligna es un hallazgo aún más raro. También se le ha relacionado a la adenomiosis con cicatrices de cesáreas y con instrumentaciones intrauterinas previas y endometritis.
La adenomiosis puede presentar dos formas distintas: difusa y local. La adenomiosis difusa afecta las paredes del útero en grado diverso, si bien este procesó es por lo general difuso, también puede estar relativamente localizada, aunque nunca encapsulado.
El útero propiamente dicho está ligeramente aumentado de tamaño, pero no suele ser mayor al correspondiente a 12 semanas de gestación, y es relativamente simétrico. Al corte, la pared uterina revela un patrón macroscópico trabecular con un entrelazamiento de tejido muscular y fibroso con pequeños islotes de endometrio a menudo de colores oscuros y hemorrágicos. Por el contrario, un adenomioma es un proceso localizado en la pared uterina y presenta una cápsula similar a la de un leiomioma intramural. El engrosamiento uterino producido por la adenomiosis es difuso y de consistencia uniforme y no nodular e irregular (como sucede con los miomas). El fondo uterino por lo general es el sitio de la adenomiosis. Puede afectar a una o a ambas paredes del útero, creando una masa globulosa de 10 a 11 cm de diámetro. La superficie al corte tiene un patrón trabecular lleno de vértices, y puede haber pequeñas zonas de hemorragia que representan islotes endometriales en los cuales ha ocurrido hemorragia menstrual.
Él útero está crecido (a menudo en forma simétrica) irregularmente firme y vascularizado. La incisión revela trabéculas granulares o moteadas en forma burda con pequeños espacios quísticos de color amarillo o pardo que contienen líquido o sangre, la superficie de los cortes aparecen convexa, haciendo procidencia y exudando suero. A menudo es imposible distinguir la unión endometrio – miometrio. El patrón microscópico es de islotes endometriales diseminados a través del endometrio. La profundidad de penetración puede ser graduada, y las opiniones varían en relación a la extensión superficial del endometrio basal.
TRATAMIENTO
En la adenomiosis el tratamiento de
elección es la histerectomía cuando se trata de pacientes sobre 35 años que han completado su familia. Así como también en pacientes jóvenes con síntomas incapacitantes o con útero que crece rápidamente, esta cirugía también está indicada como tratamiento y como diagnóstico. La vía vaginal es la preferida si lo permite el tamaño del útero y no existen otras anormalidades pélvicas.
La preservación o la extirpación de los ovarios debe ser basada en el análisis individual de cada caso y debe ser decidida tomando en cuenta factores, tales como la edad de la paciente y la presencia o ausencia de patología anexial. En la mujer premenopáusica que sólo tiene síntomas menores, la posibilidad de anormalidades endometriales o de un fibromioma submucoso debe ser eliminada con raspado uterino diagnóstico y el uso de analgésicos. En mujeres jóvenes en edad reproductiva y con deseos de procreación, se puede considerar la enucleación de un adenomioma encapsulado.
En la terapia médica: se puede utilizar los agonistas GnRH como son: El acetato de Leuprolide de depósito aplicando una dosis 3.75 mg intramuscular mensualmente o Goserelina a dosis 3.6 mg subcutáneo mensualmente ó Nafarelina a dosis de 200 a 400 mg intranasal dos veces al día; todos por un período de 6 meses.
Estos preparados tienen las ventajas de producir amenorrea secundaria, disminución del tamaño del adenomioma y algunos casos reportados de concepción posterior a esta terapia. Las desventajas son los efectos del hipoestrogenismo como son: los bochornos y la sequedad vaginal, desmineralización de huesos reversible en un 3%, se debe usar calcio complementario a dosis de 1500 mg diarios, vitamina D 400 UI diariamente y el uso de contracepción por los menos 6 semanas de iniciada la terapia y por el tiempo necesario.
Quimioterapia: se han ensayado diversos regímenes de hormonas sexuales en mujeres con síntomas y otros datos que se suponen son debidos a la adenomiosis. La mayor parte de tales intentos han sido totalmente inútiles. Los anticonceptivos orales no son recomendados, por lo general acentúan el dolor o la hemorragia.
Radiación: en teoría la radiación pélvica es suficiente para suspender la producción hormonal ovárica, lo que aliviará por completo los síntomas de la adenomiosis, y puede considerarse dicha terapéutica en una mujer premenopáusica con contraindicación médica al tratamiento quirúrgico mayor. En la práctica actual, rara vez acontece esta combinación de circunstancias.
PRONÓSTICO
La histerectomía es curativa.
CLASIFICACION
La adenomiosis se ha clasificado en tres grados: leve, moderada y severa dependiendo de la profundidad de penetración del endometrio en el miometrio: la adenomiosis leve es cuando se encuentran de 1-3 islas de endometrio por campo de bajo poder; moderada: de 4-10 islas de bajo poder; severa: >10 islas de bajo poder.
La hipertrofia y la hiperplasia del miometrio casi invariablemente están presentes alrededor de los islotes de endometrio, y la hemosiderina fagocitada en ocasiones puede observarse en la capa muscular. Si el grado de afección es notorio, es bastante probable que el endometrio ectópico muestre los cambios cíclicos idénticos a los del endometrio normal; pero en la mayoría de las enfermas el tejido aberrante parece responder muy bien a la administración de estrógenos aunque no a la progesterona. Cuando la hiperplasia endometrial afecta a la mucosa, puede observarse el mismo patrón histológico en los islotes ectópicos; el endometrio invasor también puede participar en los cambios deciduales característicos del embarazo.
CLINICA
El dolor y la hemorragia uterina anormal puede ser causados por:
1- Aumento de la vascularidad del útero, antes de la menstruación o durante la misma.
2- Mal control vascular secundario al debilitamiento de la contractilidad del miometrio por el proceso. La hemorragia intramiometrial probablemente no ocurra durante la menstruación, por la sangre o la hemosiderina que está en la profundidad del miometrio en ocasiones se observa casi al final del ciclo. Las glándulas ectópicas por lo general se parecen a las de la capa basal; responden a la progesterona sólo aproximadamente en 20% de las enfermas. Desde el punto de vista histológico, se observa una variedad rara de adenomiosis cuando el estroma endometrial, carente de elementos glandulares, se localiza en el miometrio en forma ectópica. El estroma benigno se denomina adenomiosis del estroma o estromatosis.
El estroma con más de 10 mitosis por campo de gran aumento debe considerarse como sarcoma endometrial con extensión miometrial y tiene pronóstico sombrío. La mitosis del estroma endolinfático tiene un pronóstico intermedio y es una lesión agresiva con menos de 10 mitosis por campo de gran aumento. Esta lesión muestra bordes infiltrantes que pueden invadir los conductos linfáticos y vasculares y provocar metástasis. Esta neoplasia tiene una tasa de mortalidad baja.
La adenomiosis se presenta en mujeres mayores de 30 años que han tenido niños, rara vez ocurre en mujeres que no han tenido un embarazo a término. La adenomiosis es por lo general un hallazgo patológico accidental y puede ser enteramente asintomático en aproximadamente 35 % de las enfermas. Grados importantes de adenomiosis se acompañan de hipermenorrea casi en 50 % de las enfermas, y alrededor de 30 % tienen una forma adquirida de gravedad creciente de dismenorrea. En aproximadamente 20 % de las mujeres con adenomiosis es probable que tenga ambos síntomas clásicos. A pesar del amplio conocimiento de los síntomas mayores de adenomiosis, el diagnóstico preoperatorio se hace en menos de la tercera parte de todos los casos de histerectomía.
Los síntomas asociados con la adenomiosis en orden de importancia son: metrorragia disfuncional, dismenorrea, sensación de presión pélvica.
En general esta enfermedad no es diagnosticada en forma específica ya que este perfil clínico es también característico de otras enfermedades ginecológicas como la miomatosis, la endometriosis, el síndrome de congestión pélvica, la inflamación pélvica.
La metrorragia disfuncional que acompaña a la adenomiosis tiene ciertas características que la diferencian de otras metropatías: es resistente a la terapia hormonal y al raspado uterino, Ocurre más comúnmente en el período reproductivo tardío y continúa en los años de climaterio, siendo automáticamente limitada por la menopausia.
La dismenorrea o menstruación dolorosa, es el segundo síntoma importante de cuadro clínico, es usualmente de carácter cólico, debido a las contracciones dolorosas del músculo uterino, inducida por la distensión menstrual de los islotes endometriales.
Aproximadamente en un tercio de las pacientes, la dismenorrea está directamente relacionada con la profundidad de penetración y el grado de afección, y sin duda alguna, resulta de las contracciones del miometrio provocada por la hinchazón premenstrual y la hemorragia menstrual en los islotes del endometrio. Por lo general, el útero está hipersensible y ligeramente blando al hacer el examen bimanual antes de la menstruación (signo de Halban). La sensación de peso, ya sea en la región de la vejiga o en el recto, se explica por la presencia de un útero aumentado de tamaño que en ocasiones produce polaquiuria y dificultad en la defección.
Aunque el diagnóstico generalmente no se establece hasta después del examen anatomopatológico del útero, hay casos en los cuales se puede plantear el diagnóstico, clínico presuntivo.
Se debe sospechar adenomiosis en una mujer con dismenorrea y menorragia (hemorragia abundante) de severidad creciente, durante la cuarta o quinta década de la vida. El examen pélvico debe hacerse antes o durante la fase inicial de la menstruación. El útero puede estar muy firme y por lo general aumentado de tamaño. Este aumento usualmente no supera el doble del tamaño normal. Según la descripción clásica, hay mayor compromiso de la pared posterior del órgano.
En la adenomiosis difusa el aumento de tamaño puede ser simétrico, el útero de éstas pacientes presentará una configuración globulosa. En presencia de un adenomioma capsulado el útero puede ser irregular o asimétrico, similar a un útero leiomiomatoso. A veces, sobre todo durante la menstruación, el útero aumentado de tamaño es doloroso a la palpación.
DIAGNOSTICO
El ultrasonido o ecografía, sobre todo transvaginal es de ayuda para establecer el diagnóstico de adenomiosis, tiene una sensibilidad de 80% y una especificidad de 50 – 75 %. La resonancia magnética es más sensible y específica, pero tiene el inconveniente del costo económico, posee una sensibilidad de 100 % y una especificidad de 80 %.
La histerografía de contraste puede ser diagnóstica en algunos casos, pero el rendimiento es muy bajo para justificar su utilización sistemática, así como el histerosalpingograma. Él diagnóstico se hace definitivamente posterior a la histerectomía, un estudio de 200 especímenes consecutivos de histerectomía reveló adenomiosis en el 31 %, sin embargo, cuando 6 nuevas muestras de tejidos miometrial fueron examinadas además de las muestras de rutina, la incidencia aumentó al 61 %. El diagnóstico diferencial de la adenomiosis se debe hacer en primer lugar con la presencia de un embarazo, que debe descartarse mediante una prueba de GCH fracción ß. Mioma submucoso: hay miomas en 50 a 60 % de las enfermas con adenomiosis, las dos entidades puede tener síntomas similares y también diferentes. Los miomas pueden causar menorragia excesiva, prolongada y dolor.
El útero está firme y no hipersensible, inclusive durante la menstruación. Ocurre malestar si el mioma está pedunculado y en proceso de procidencia. En la hipertrofia idiopática del útero, debe pensarse si ocurre menorragia sin dismenorrea o hipersensibilidad uterina.
El síndrome de congestión pélvica (síndrome de Taylor): deben tomarse en cuenta las molestias crónicas, a menudo dolor pélvico continuo y metrorragia (regla fuera del ciclo menstrual), en las pacientes histéricas. En tales casos el útero está crecido, simétrico y con reblandecimiento mínimo, el cuello está cianótico y algo permeable.
En la endometriosis pélvica son típicas la dismenorrea premenstrual e intramenstrual, las masas anexiales adherentes y los nódulos en perdigones en el fondo de saco. El trastorno se acompaña de adenomiosis aproximadamente en 15 % de las enfermas.
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